Cuernavaca
Mientras acontecía la llegada de los españoles (1519), en una parte del centro del país ya estaba bien cimentada una comunidad rica (Cuauhnáhuac), que se trataba de un territorio rico, densamente poblado e imponiendo principalmente por su gran cantidad de huertos, por sus profundas barrancas y por su belleza natural. Los hombres españoles, antes de la toma de la gran Tenochtitlán, se enfrentaron a los Tlahuicas desde Huaxtepec, desbandándolos hasta por Yecapixtla, iniciando una nueva era para las tierras cuernavacenses.
Cuernavaca, antes, originalmente era llamada Cuauhnáhuac que significa “junto al árbol” en náhuatl, sin embargo, el cambio y evolución del nombre se dio porque los hispanohablantes no sabían cómo se pronunciaba Cuauhnáhuac, así que se inició un teléfono descompuesto, que resultó en el actual nombre: Cuernavaca.
La ciudad de la eterna primavera, apodada así por el explorador y naturalista alemán, Alexander von Humboldt. Cuernavaca es por completo una ciudad sobresaliente, con mucho mérito. Aquí, uno puede tener la certeza de que siempre tendrá esta ciudad algo nuevo que mostrarnos.
Otro gran personaje que ha encontrado belleza por estas tierras fue Hernán Cortés, que primeramente mandó a construir la iglesia de San José en Tlaltenango, iniciando con ello las diferentes fundaciones de iglesias por el territorio. Después vino la instrucción de construir lo que fue la primera hacienda azucarera de la villa, dejando así el inicio del precedente cuernavacense para que fuera la principal actividad económica durante el virreinato. Claramente, la construcción más emblemática acompañada con el nombre de este personaje es el Palacio de Cortés…
El pomposo palacio de Cortés
Es llamado por algunas personas como un castillo en medio de Cuernavaca. Es, por otro lado, considerado por otros tantos como la construcción más antigua mejor preservada en todo México. Su construcción data del siglo XVI, con la orden de Hernán Cortés para su levantamiento, principalmente por lo extraordinario que le parecía la zona al conquistador. Sin embargo, durante esa época quien vivió más en él fue Juana de Zúñiga, esposa de Hernán Cortés.
Su arquitectura es única, y actualmente se puede visitar parcialmente en los 19 cuartos destinados al Museo Regional Cuauhnáhuac, donde uno se puede empapar de cultura histórica sobre diferentes temas sumamente interesantes, como datos sobre arte religioso, el porfiriato, el Comercio del Este, etc. También, se hallan obras de Diego Rivera en el segundo piso, las cuales van enfocadas a partes de la esencia e historia del estado. Sin lugar a dudas una excepcional opción de lugar por visitar.
¿Sabías qué...?
A Cuernavaca se le concedió el título de ciudad incluso antes de que Morelos se considerara un estado; esta atribución como ciudad fue en el otoño de 1834, mientras que a Morelos se le denominó como estado hasta la primavera de 1869.
La historia de Cuernavaca es vasta, es una de las ciudades con más años, y por eso su emblemática esencia. Fue establecida en el siglo XII por la cultura Chichimeca (pero fueron los Tlahuicas quienes fundaron bien la ciudad prehispánica), y tras la conquista española se consolidó como una villa, formando parte del Marquesado del Valle de Oaxaca.
Eiffel en Cuernavaca. Tal vez ya hayas tenido la oportunidad de estar frente a esta estructura, o puede que solamente lo hayas visto en fotografías, probablemente sin saber quién fue el principal hombre detrás de ese proyecto. El famoso Kiosco, ubicado en el Jardín Juárez, es ni más ni menos que obra del ingeniero civil francés Gustave Eiffel, el creador de la Torre Eiffel.
Fuente(s):
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