Chiconcuac

Como era de esperar, el poblado de Chiconcuac, al igual que Alpuyeca, cuenta con un pasado marcado por la cultura prehispánica Tlahuica, como es prácticamente en todo el municipio de Xochitepec y en muchas otras zonas de Morelos. Con ello, nos ofrece toda una riqueza cultural con la mescolanza de las diferentes épocas en las que ha ido desarrollándose.

La comunidad delimitada, conocida actualmente como Chiconcuac, ha prevalecido casi en su totalidad con la misma delimitación geográfica, al haberse establecido incluso mucho antes que la llegada de los españoles. El poblado, ya denominado como Chiconcuac, vio su expansión gracias principalmente a la proliferación de trabajadores en la Hacienda de Santa Catarina, que desde mediados del siglo XVII fue germinando una unidad de producción importante, posicionando a Chiconcuac como relevante productora de azúcar de caña, mieles, piloncillo, así como trapiche.

Durante años y años, al ir levantando la tierra para la siembra en la región de Chiconcuac, se han ido encontrando grandes cantidades de tepalcates (restos de vasijas y orfebrería en barro negro de las culturas antiguas), dejando entrever parte de su pasado

Xochitepec, fundado como pueblo entre los siglos XIV y XV por los Tlahuicas, bajo la supervisión de los aztecas, era una comunidad que por lo tanto se ubicaba como tributaria (pagaba tributos cíclicos) de la zona del Valle de México. Más tarde, el mítico puesto del Marquesado del Valle Oaxaca pasó a ser aquel supremo del lugar, a pesar de no ubicarse como tal en Xochitepec, sino que prevaleció la misma dinámica de pagos de tributos.

La historia de este título nobiliario es interesante. El Marquesado del Valle de México, era un puesto/título que fue concedido primeramente al explorador y conquistador Hernán Cortés, por parte del Imperio Español y del Sacro Imperio Romano Germánico, como reconocimiento por sus atribuciones a la corona. Así, durante años se fue concediendo el marquesal, y dicho título acompañado por la administración de las correspondientes tierras, al mando igual de hasta 23,000 vasallos. El territorio que le era concedido no se limitó por nada a Oaxaca, sino que poseía grandes porciones territoriales en diferentes estados del país, como en Morelos. Es entonces cuando entra Chiconcuac, una de las comunidades relevantes por su producción primaria, con importantes avances en el tiempo, como la expansión en construcción de molinos de agua o incluso como el gran proyecto de la construcción del acueducto de la Hacienda de Santa Catarina, siendo uno de los únicos 4 acueductos en todo el estado.

Jardines de Chiconcuac

Así como sucede con Alpuyeca y su nieves, Yecapixtla y su cecina, la 3 de mayo con su alfarería, en Chiconcuac resulta muy improbable irte sin haber disfrutado, por lo menos de vista, de sus bellos jardines. En esta localidad, hay una cantidad generosa de jardines, esplendorosos en su gran mayoría, convirtiendo a la zona famosa por ofrecer buenas opciones de renta de jardines para celebrar importantes eventos, como lo son las bodas, por ejemplo.

No todo se queda en jardines y nada más, pues igualmente es posible disfrutar de la abundancia de agua natural en la zona, ya sea en forma de ojos de agua, manantiales, pequeñas lagunas, hondonadas con cauce de agua o bien los numerosos balnearios, de los cuales algunos con borbollones en los cuales brota agua limpia, con altos índices de minerales.

Un gran patrimonio cultural

“Esta Hacienda no es un cúmulo de datos culturales o antropológicos, no es historia pasada ni antigua, es algo vivo que ofrece a los ojos y al corazón su belleza y vivencias.

Otra hacienda, aparte de la de Santa Catarina, resulta muy importante y relevantes, tanto por la belleza de sus instalaciones como por su carga histórica muy relevantes. Se trata de la Hacienda de Chiconcuac, cuya construcción data del siglo XVI, y donde habitó Martín Cortez (hijo de Hernán Cortez), junto a la Malinche. Hasta el siglo XIX, fue adquirida y habitada por Doña Felicitas, hija de Benito Juárez. Como se mencionó, es, con mucho mérito, un patrimonio cultural, que afortunadamente aún en la actualidad se encuentra disponible para su visita y renta de instalaciones para eventos.

Al venir a Chiconcuac, puedes encontrarte con este y más lugares muy especiales y mágicos. Es una gran opción de descanso y de disfrute, así como para acercarse a su cultura e historia.

Fuente(s):

https://haciendadechiconcuac.com/

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